viernes, 11 de junio de 2010

Etiquetas para niños? ... ¡NUNCA!!!



“Mirá que sos torpe" o "qué niña tan mandona" o "no seas llorón" son algunas de las etiquetas en ocasiones colgamos a nuestros hijos cuando reiteran una conducta. No lo hacemos con la intención de ofender, pero si lo repetimos varias veces el niño puede sentir que lo limitan, que es de esa manera y por mucho que haga no conseguirá cambiar. Debemos animarlo y darle la oportunidad de mejorar su personalidad.

A menudo los padres "colgamos" a nuestros hijos etiquetas basadas en apreciaciones de conductas más o menos erróneas que no nos gustan. Con ello pretendemos que se den cuenta de que deben cambiar, pero demasiado a menudo el resultado es el contrario.
• El niño no sólo no cambia sino que adapta su conducta a las opiniones que él sabe, porque las ha oído mil veces, que tienen sus padres.
• Aceptar los errores, considerar que nuestro hijo puede cambiar y estar a su lado para ayudarle, controlar nuestras palabras y sentir el dolor de sus fracasos son conductas que como padres nos ayudarán a dejar de lado las tan negativas etiquetas.
• Las potencialidades del niño se desarrollarán si el ambiente familiar lo respalda de forma incondicional, si se siente apoyado y comprendido.
• Las etiquetas impiden reconocer sus capacidades de cambio y aprendizaje.

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